¡NO AL CIERRE DEL HOSPITAL NACIONAL DE SALUD MENTAL “LIC. LAURA BONAPARTE”!
Desde este Foro, queremos compartir una reflexión sobre los hechos de público conocimiento en relación a la amenaza de cierre de este Hospital Nacional.
Seguramente desde la perspectiva de los responsables del área de salud de Nación sea entendible el cierre de la guardia y de las nuevas internaciones, ya que aseguran que la institución tiene una baja tasa de pacientes y que el presupuesto anual de 16.800 millones de pesos no se condice con: “una ocupación promedio de sólo 30 pacientes, y una tasa de internación que oscila entre 16 y 19 personas”.
Sin embargo, los 600 trabajadores de la institución aseguran que en lo que va del 2024, el Hospital Bonaparte recibió y se hizo cargo de más de 95 mil consultas -de todo el país, porque cuenta con una línea telefónica en la que siguen cada caso-. A la vez, si bien el Gobierno Nacional asegura que los internados serán trasladados a otras dependencias, los trabajadores expresaron las dificultades que presenta dicha medida.
Desde este FORO nos preguntamos: ¿En base a qué datos se decidió el cierre del servicio? ¿Cómo garantizarán la atención de las personas que allí se atienden o necesiten en un futuro hacerlo? ¿Cuál es el plan que se llevó a cabo para informar a los destinatarios sobre el cierre del Hospital?
Como ya lo hemos mencionado en reiteradas oportunidades el Estado no puede pensar solamente desde una cuestión monetaria y de costos, menos en cuestiones de salud y con una población vulnerable que si no encuentra respuesta en los servicios públicos no podrá costearlo en los privados. Así lo expusieron las y los trabajadores del Bonaparte quienes vienen denunciando que los pacientes no están accediendo a lo más básico como es una alimentación correcta.
Con más del 50% de pobreza, ¿cómo cree el Gobierno Nacional que las personas que se atienden en el Bonaparte podrán hacerlo en otro sitio? Para las personas que tienen cubiertas sus necesidades, que el estado deje de atender la salud puede ser entendible, pero como sociedad debemos estar atentos a esta forma que afecta no sólo el presente sino también el futuro de nuestro país.
El hospital Bonaparte es referencia y modelo en salud mental en todo el país, pero en los últimos nueve meses no se ha impulsado una sola política sanitaria ni tampoco campañas de prevención.
El Gobierno piensa en rentabilidad cuando debería pensar y ejecutar políticas públicas que garanticen el acceso a la salud, el trabajo y la educación. En definitiva, políticas públicas que garanticen, cuiden y promuevan los derechos humanos elementales.
Adherimos y compartimos el comunicado de sus trabajadores.